miércoles, 16 de mayo de 2012

CONSTRUYE TU DESTINO













CONSTRUYE TU DESTINO

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El progreso del hombre es lento e inperceptible
A la par del individuo progresan las razas,
las humanidades y los mundos.


Esta ley de progreso, como todas las leyes
que rigen al universo, es infalible y eterna,
sólo que el hombre, en su gran poca evolución,
no la comprende y hasta la ignora, y por
ignorancia la niega.

A medida que el ser humano avanza en su
progreso, a través de su larga y laboriosa
existencia, va comprendiendo la armonia
de las leyes eternas, y este conocimiento
llega a él, con la misma naturalidad con que
maduran los frutos en las plantas, con la
misma imperceptible transición que se opera
en la alborada, cuando la suave claridad de
la aurora va apagando el brillo de las estrellas
para dar paso a la radiante luz del sol.

A veces, causas profundas, y no por más
profundas menos lógicas, hacen que bruscamente
  se pase de las tinieblas a la luz, como
en las mañanas en que el cielo aparece
encapotado y de pronto se abren los nubarrones
y el sol inunda de luz a la tierra.

Todo obedece a móviles fundamentales e
inteligentes. Nada, absolutamente nada es
producto del azar.

Cada uno es hijo de sus obras, dice un
proverbio, ello significa que nuestro presente
es el fruto de lo que hemos sembrado ayer, y
que mañana recogeremos lo que sembramos
hoy.

La vida no es un juego de azar, donde unos
ganan y otros pierden.



El factor suerte no influye en mayor ni en menor
grado: todo sucede exacta matemáticamente
como en un tablero de ajedrez, donde cada jugador
mueve las piezas conforme al dominio que tiene
de las mismas.

Las derrotas son tambien provechosas, por que
dan experiencia y enseñan a afrontar de distinta
forma, idénticas o similares circunstancias

Los sucesos favorables o adversos no aparecen
por mera casualidad en nuestra vida, porque no
puede pretender cosechar rosas el que haya
sembrado cardos.

El hombre prepara todos los dias y minuto por
minuto su futuro destino.
El que hoy obra mal, con plena conciencia de
 sus actos, prometiendo enmendarse y no volver
a reincidir, ha de tener la absoluta seguridad de que
ese mal debe saldarse, no importa cuándo ni cómo

Cuando el hombre llega a la madurez de su espiritu
y conoce las verdades eternas, no se desconcierta
ante los acontecimientos adversos, ni se rebela
contra ellos, sabe que todo efecto tiene su causa,
trata pues, de indagar la cusa y corregirla, para cambiar
o suavizar el efecto.

El ser humano es el verdadero constructor de su
destino. Dios le ha dotado de la inteligencia
necesaria para ello y le brinda todos los elementos
e infinitas posibilidades para realizarlo

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LEONARDO CUETO
(mi padre)


"Cada ser es un mundo enminiatura,
en la eterna sustancia está su origen
Dios lo animó con su inmortal aliento
y le dió el infinito por morada "



 

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adriana firmita
La calma inspira siempre sabias reflexiones
BESO TIBIO


















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