jueves, 10 de mayo de 2012

EL SEMBRADOR











EL SEMBRADOR



El sembrador es único en su afán,   es un
 multiplicador de la esperanza.


Es el tiempo de buscar la cosecha de lo
 sembrado, es el momento de hacer florecer todas
 tus penas y alegrías.

El sembrador sabe que la tierra es algo más
 que suelo

que el sol es algo más que  energía física
que la lluvia es algo más que moléculas y
 gotas de agua,

y que la semilla es el esfuerzo humano,
  la fe y la esperanza fructificando.

Recuerda que recogeremos, infaliblemente,
 aquello que hemos sembrado.

Si estamos sufriendo, es porque recogemos
 los frutos amargos
de los errores que hemos sembrado en el pasado.

Permanece alerta en lo que se refiere
 al momento presente.


Planta ahora semillas de optimismo y de amor,

para recoger mañana frutos de alegría y felicidad.

Cada uno recoge, exactamente, lo que sembró.

Antecede con emocion todo lo Bello que ya
 viene en camino. Por que asi sera !


Para tener un mayor porcentaje de probabilidades

 sobre lo que estas sembrando, siembra  tu semilla por la mañana, y por la tarde
 siémbrala también, porque nunca se sabe
qué va a resultar mejor,

 si la primera siembra o la segunda, o si las dos
 prosperarán.

Es verdad lo que nos enseña Ortega y Gasset :
“ YO SOY YO Y MI CIRCUNSTANCIA “.

Redescubre tu horizonte.
Monta tu alazán, y derrota al destino!
Siempre existe un nuevo amanecer y
 una nueva sonrisa.
La vida es generosa. SIEMPRE.


 


¿Cuánto nos estamos preparando para el invierno
 de nuestras vidas?

  Sabías que todo ser humano pasara por un verano
 y un invierno,

 los años productivos, son el verano de nuestra vida,
 y el invierno la vejez, los años de nuestra jubilación,
y llega el tiempo de tomar de lo que sembramos
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Las hormigas son ejemplo de laboriosidad y previsora sabiduría
toda vida tiene un invierno y un verano,

 la misma creación del Señor, nos trae sabiduría…
 Las hormigas, pueblo no fuerte,
Y en el verano preparan su comida

… recordemos que no es el ser fuerte
 lo que me puede llevar

a ser sabio, si no, el ser sabio me lleva a ser fuerte.






Gracias a la semilla de alguien  que coloca
 en nuestra vida
has tenido muchos éxitos y muchos fracasos

 por la semilla que alguien se ha encargado de
 sembrar en nosotros y como
 somos buena tierra han tenido fruto,
 se que en todos

nosotros han sembrado: Daño, dolor, frustración,
angustia,

 miseria y quien sabe que más,
pero también es el

 momento de poner un hasta aquí y que
 podamos perdonar
 a quienes nos han dañado y agradecer a
 quienes nos han hecho bien



 
“Salió el sembrador a sembrar...”
 

Se cuenta que un cierto día un hombre recién
 convertido a la fe
 católica iba caminando a toda prisa, mirando por todas
 partes, como buscando algo. Se acercó a un
anciano que estaba sentado al borde del camino y
 le preguntó: – “Por favor, señor,
¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano?”

 El anciano, encogiéndose de hombros, le contestó:
 – “Depende del tipo de cristiano que ande buscando”.
 –“Perdone –dijo contrariado el hombre–
, pero yo soy nuevo en esto y no conozco lo
s tipos de cristianos que hay.
 Sólo conozco a Jesús”. Y el anciano añadió:
–“Pues sí amigo; hay de muchos tipos y
 los hay para todos los gustos:
hay cristianos por tradición, cristianos por cumplimiento
 y cristianos por costumbre; cristianos por superstición
, por rutina, por obligación, por conveniencia;
 y también hay cristianos auténticos...”

–¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco
! ¡Los de verdad!”-exclamó el hombre emocionado.

– “¡Vaya! –dijo el anciano con voz grave–
. Esos son los más difíciles de ver.
 Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí
, y precisamente me preguntó lo mismo que usted”.

–“¿Cómo podré reconocerle?” –le preguntó.
Y el anciano contestó tranquilamente:
 –“No se preocupe amigo
. No tendrá dificultad en reconocerle
. Un cristiano de verdad no pasa desapercibido
 en este mundo de sabios y engreídos.
 Lo reconocerá por sus obras.
"Allí donde van, siempre dejan una huella”.
 
Ése es un cristiano auténtico,
 que produce una buena cosecha:
 frutos al ciento por ciento, al sesenta o treinta por ciento.
Si somos de éstos, no será difícil
 que nos reconozcan, porque un cristiano de
 verdad no pasa desapercibido en este mundo
" Allí donde van, siempre dejan una huella"
 “Por sus frutos los conoceréis” –
 nos dijo Cristo–.
 Se nos reconocerá por las obras.
 No dejes de responder a esta pregunta
 que te dirige Cristo hoy:
¿Qué tipo de tierra eres tú? ¡Ojalá que de esta última!







Tomemos determinación y cambiemos la
 historia de nuestra vida.

Ve y se un Sembrador para bien y
se Buena Tierra para las Semillas de Bien!!!


adriana firmita

Sembremos las flores más puras
que están en nuestra alma !
   SIEMBRA SIEMBRE !!!
BESO TIBIO
























                         










                         






































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