viernes, 23 de marzo de 2012

POESIA...LA IMAGINACIÓN..

 
 





LA IMAGINACIÓN

Con la imaginación se alumbra al sustantivo
con múltiples colores, con mil rayos de luz,
se ilustra la torpeza del grito primitivo,
se muestran las palabras con su cara y su cruz.

 

Con ella puede un árbol ser patíbulo o trono,
la milenaria causa de nuestro padecer;
la caja que recoge el cuerpo en abandono
o el madero sagrado de inmortal florecer;

 

las tiernos hojas verdes, ser nuevas ilusiones;
la savia circulante, alimento de fe;
copas anchas, frondosas, las humanas pasiones;
la rama desgajada, el hijo que se fue;

 

ser árbol inclinado al soplo de la ira
o erguido y orgulloso, soberbio en el azul;
ser árbol triste y pálido, que en las noches suspira
por su amor verde y húmedo, bajo niebla de tul;

 

el árbol de la muerte o el árbol de la vida;
el de la bienvenida o el del último adiós;
aquél cuya raíz está muerta, podrida,
o aquél que con sus frutos toca los pies de Dios;

 

árbol seco y enjuto de parajes maléficos;
árbol fresco y jugoso de un celestial vergel;
árbol joven, florido, con poderes benéficos;
árbol viejo y estéril, engendrador de hiel;

 

puede ser también barco navegando anchos mares
o el tablón solitario de un náufrago perdido;
el leño que se abrasa en los suntuosos lares
o la mísera choza de hermano desvalido;

 

puede ser ese libro que cambió los países;
el papel perfumado de una carta de amor;
la mesa de trabajo de largas horas grises
o la cama que acoge el placer y el dolor...

 

nuestra imaginación, con el vocabulario,
teje la fantasía, crea la sensación,
y así convierte al árbol, con juego literario,
en símbolo del mal o de la redención.

 



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