LA
IMAGINACIÓN
Con
la imaginación se alumbra al sustantivo
con
múltiples colores, con mil rayos de luz,
se
ilustra la torpeza del grito primitivo,
se
muestran las palabras con su cara y su cruz.
Con
ella puede un árbol ser patíbulo o trono,
la
milenaria causa de nuestro padecer;
la
caja que recoge el cuerpo en abandono
o
el madero sagrado de inmortal florecer;
las
tiernos hojas verdes, ser nuevas ilusiones;
la
savia circulante, alimento de fe;
copas
anchas, frondosas, las humanas pasiones;
la
rama desgajada, el hijo que se fue;
ser
árbol inclinado al soplo de la ira
o
erguido y orgulloso, soberbio en el azul;
ser
árbol triste y pálido, que en las noches suspira
por
su amor verde y húmedo, bajo niebla de tul;
el
árbol de la muerte o el árbol de la vida;
el
de la bienvenida o el del último adiós;
aquél
cuya raíz está muerta, podrida,
o
aquél que con sus frutos toca los pies de Dios;
árbol
seco y enjuto de parajes maléficos;
árbol
fresco y jugoso de un celestial vergel;
árbol
joven, florido, con poderes benéficos;
árbol
viejo y estéril, engendrador de hiel;
puede
ser también barco navegando anchos mares
o
el tablón solitario de un náufrago perdido;
el
leño que se abrasa en los suntuosos lares
o
la mísera choza de hermano desvalido;
puede
ser ese libro que cambió los países;
el
papel perfumado de una carta de amor;
la
mesa de trabajo de largas horas grises
o
la cama que acoge el placer y el dolor...
nuestra
imaginación, con el vocabulario,
teje
la fantasía, crea la sensación,
y
así convierte al árbol, con juego literario,
en
símbolo del mal o de la redención.
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viernes, 23 de marzo de 2012
POESIA...LA IMAGINACIÓN..
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