Cuando llega setiembre, vagas nostalgias
surgen de algún oscuro rincón de mi alma
y las cosas que creía ya olvidadas
vuelven a renacer como fantasmas.
El duraznero en flor, tapiz de seda,
el aire todo polen, las alas nuevas,
el temblor de las ansias, la piel dorada
y una luz diamantina en la mirada.
Yo recuerdo ese tiempo cuándo tejía
sueños de amor y besos. ¡Qué fantasía!
La tierra eclosionaba en savia fresca
y la vida tenía olor a sierras.
Recordando sonrío, ¡oh, cuánto anhelo
esos tiernos pecados de cuerpo en celo!
La nostalgia sacude pasiones viejas.
Setiembre. Mañana diáfana. Es primavera.!!
Norma Varela
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario